miércoles, junio 13, 2007

 
Cosa de locos

Me nació la duda en mi mente de si estaba loco, y como todas las cosas que me cuestiono no descanso hasta saber respuesta (quizás eso es de locos). Fui al psicólogo no me pudo ayudar, fui al siquiatra, tampoco, todos me encontraban que estaba normal, pero ¿qué es estar normal?

Empecé a consultar los mejores especialistas, fui en busca de libros, recurrí hasta a la astrología para tener respuestas y nada.

Sin duda la respuesta la tenía que buscar en otros horizontes y fui en busca de alguien que me inspirara, que me dijera una frase que me hiciera saber si estaba loco. Por ahí un muy conocido escritor latinoamericano me dijo (no se muy bien si refiriéndose a mi problema o por acusar a otro escritor) “escribir un cuento sin final, eso si que es de locos”. Comencé a escribir todas estas frases que me decían personas importantes, como también me dijo un importante presidente “declarar la guerra a nadie, es cosa de locos” o “creer en las promesas de el presidente de ese país es de locos”, fui también donde famosos ufólogos que dijeron “creer que estamos solos en el universo es cosa de locos”

Ante esta duda que crecía y crecía, pues no me identificada con ninguno de ellos leí una y otra vez al quijote y ver si me parecía en algo a la descripción de loco que daba, y nada. Pero un chispazo (en este momento no se si decir de genialidad o de locura) me hizo pensar que en el sabio oriente tendrían la respuesta. Por allá todos me repitieron que “los occidentales están todos locos”. En cierto modo lo era, ver que todos nosotros estábamos locos al vivir de una forma tan superficial las cosas y creencias, pero no era lo que exactamente yo buscaba.

Fui donde famosos subjetivistas y me dijeron que en cierto modo todos estábamos locos porque decir un criterio de persona normal es una locura. Todos al ser tan distinto somos o todos normales o todos locos. Ante esto seguía y seguía mi duda de mi locura, así que se me ocurrio algo que al menos me dejaba fuera de la duda, fui al principio de mi libro de apuntes y encontré una práctica solución.


 


Redención

Un fuerte dolor inundaba mi pecho y cuerpo, una fuerte punzada consternaba mis pensamientos, por más que trataba de pensar en otra cosa no podía. Pedía a gritos que alguien viniera y acabara con todo. Caminaba y caminaba por las calles de un peligroso barrio, pero eso no importaba, si total difícilmente alguien me podría ver; en ese estado parecía más un fantasma que persona, mi aura estaba tan reducida que era casi imperceptible.
Pasé al lado de los más grandes delincuentes, de los de peor calaña y ni siquiera me vieron, ni siquiera notaron que pasaba a su lado.

Yo no podía explicarme como había pasado todo, es verdad, mentiría si dijiera que no lo supe desde hace tiempo, pero yo trataba de todos los días hacerme creer que no, que ella aun me quería, que ella no me engañaba con otros pues no encontraba a mi lado la felicidad.
Me dolía saber que yo era el culpable, yo tenía la culpa por no hacerla feliz, por retenerla aun sabiendo que no me amaba y que me engañaba, de cambiar la conversacion cada vez que trató de confesarlo.
Yo se que era el culpable, tú de nada podías ser culpada, si tu belleza perfecta y tu atracción sempiterna se veía a la vista, tu forma de ver la vida era tan distinta a la mia. Sería un pecado culparte de algo a tí, tu solo vivias la vida como más te daba la gana, yo siempre supe que no te tendria para siempre, era imposible que alguien como tu estuviera para siempre con alguien como yo, por eso me conformaba con que me engañaras, con que otro te hiciera feliz a espaldas mias, con solo tenerte por un momento conmigo, y se que estuve mal, se que estuve mal en tenerte en ese estado, te debi haber dejado ir hace tiempo.
Pero bueno el día tenía que llegar tarde y temprano, pero el dolor que me dio no fue cuando me dijiste que te ibas con otro, no fue cuando dijiste que ya no me querías, ni siquiera cuando dijiste que lo mejor es que no nos volvieramos a ver nunca, lo peor fue verte llorar, ver que esto te hacía sufrir, y ahi fue cuando todo se derrumbó, por mi culpa tu belleza y alegría eterna se había visto afectada, por mi culpa sufriste, por mi culpa lloraste e hiciste que se convirtiera en el día mas infeliz de mi vida, si hubiera sabido que pudiera osar hacerte daño de esta forma me hubiera alejado apenas te vi, pues creo que he cometido el peor pecado, te hice sentir con culpa por no quererme, hice que te sintieras impura por haberme engañado y en verdad tu no merecias eso, no merecias sentirte así... LLegando a la esquina de mi casa hay un tipo, me miró atentamente, ahí me sentí vivo de nuevo pues alguien pudo verme despues de todo el recorrido, estoy seguro que fue más por misericordia que por maldad, pues se acercó y me robó todo, eso merecía por haberte visto llorar... escondido detrás de un delincuente cualquiera era un supremo que hacía justicia, después de robarme tuvo el gesto más bello que haya tenido jamás alguien que no fueras tú conmigo, sacó de su bolsillo sucio y harapiento una herramienta de exculpación, un cuchido afilado de redención y al sentir que el lo clavaba fuertemente en mi pecho lloré de alegría, sabía que en cierto modo me habias perdonado, sabía que esto mataría mis culpas, sabía que esa era la única salida para dejar de sufrir....

miércoles, junio 06, 2007

 
Antes que nada debo decir que este fue un mail que envié el 12 de diciembre del 2005, por lo que no esperen una buena redacción ni un buen orden de ideas, sólo lo escribí con la rapidez de alguien que escribe un mail antes de partir
Hoy en la mañana, luego de despertarme te vi allí, pensé en despedirme, pero me di cuenta que te veías mejor dormida, no sé, te veías al menos mas tierna, más cariñosa, preferí irme con esa imagen, por lo que solo me fui silenciosamente caminando por las calles de La Serena. Mientras caminaba sentía que era la última vez que te iba a ver, cosa que por lo demás lo había sentido bastante por estos días con mucha gente. Me hubiera encantado haberte conocido un poco más, sólo te vi en tres ocasiones, las tres fueron con alcohol en el cuerpo y en fiestas, por lo que solo se ve un espectro de la persona muy reducido. Me intrigó mucho saber como es que piensas, quizás lo sentí un tanto el último rato que hablamos, aunque para mí no fue suficiente…por lo mismo es que preferí irme así, viéndote dormida dulcemente, pensando que si estuviste pesada es porque fue tu reacción ante la despedida, las personas reaccionan de distinta manera ante estas, y esta fue la tuya, luchabas todo el tiempo por ser lo menos cursi posible y para dar la impresión de que no te importaba, pero en el fondo tu enojo era un enojo contra las circunstancias, muy detrás de la coraza que trataste de poner ante ti para verte más fuerte querías que yo te llenara de promesas, que te dijera que todo era una mentira, que sí me quedaba…pero lamentablemente ya hace un tiempo yo no soy un romántico, la realidad me ha hecho así, y prefiero no llenarte de promesas que no cumpliré en el futuro, aunque ahora si sienta que las cumpliré. Por eso me fui así, prefiero creer en mi versión de los hechos, aunque para eso esté prescindiendo de la realidad, a pesar de no ser un romántico prefiero creer en que en realidad te importé un poco y no sólo fue una cosa de carretes. Ya que no me dejaste ser cariñoso contigo, ni siquiera dejaste que te tome la mano, al menos te mando un mail para contarte un poco de cómo pienso y siento. Me hubiera gustado decírtelo a la cara, pero la única forma de decírtelo y que suene mágico era decírtelo mientras dormías, así tan bella, pura, sin escudos defensivos. Pero quería que lo supieras no solo cuando durmieras sino también cuando estés despierta. Bueno eso era todo…tu tuviste tu forma de despedirte, acá está la mía, sinceramente espero volver a verte algún día, espero luchar en contra del sentimiento que me abordó esta mañana que me decía que era la última vez que te iba a ver, y verte una y otra vez, pero aun quedan muchas cosas, circunstancias y prioridades que nos separan. Me hubiera encantado demostrarte que nos soy como todos los hombres, que yo si soy distinto, pero como te dije, lamentablemente no tuve tiempo de demostrártelo. Si esta es la última vez que te escribo o nos hablamos te quiero decir que me encantó conocerte y que a pesar de todas las especulaciones que hacías acerca de lo que pensaba yo de ti, encontré que eras una persona muy atractiva, nunca te encontré una mina para el rato, sino todo lo contrario, si volvía a ti no era porque eras una segunda vez, sino porque te valoré bastante; una mezcla entre decidida y cartucha, una mezcla en no me importa el resto pero si me importa lo que piensan de mí, una mezcla entre coqueta y pesada, entre cercana y distante, entre extrovertida y tímida, pero siempre a la defensiva, temiendo que alguien te haga daño, escondiéndote detrás de tu personalidad de impenetrable
Eso es lo que vi o traté de ver mientras dormías, preferí dejarlo así…recordarte así…

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